.JPG)
La Venencia fue fundada en 1922. Comenta Carlos Osorio que el propietario fue un tal Juan y actualmente lo regentan los hermanos Criado manteniendo el espíritu original.
.JPG)
Para beber: 2 palos cortados (Jerez)
Tapas gratis: Aceitunas
Total: 4 euros
.JPG)
Opinión
Un lugar lleno de encanto. Sólo sirven vinos de Cádiz: Manzanilla de Sanlúcar y Fino, Oloroso, Amontillado y Palo cortado de Jerez. Ni refrescos ni cerveza. Apuntan las consumiciones en la barra con tiza. El público es variopinto: matrimonios tomando el aperitivo del domingo, grupos de amigos, un espontáneo explicando a los camareros que los castellanos no saben llevar con gracia el sombrero andaluz y una gata negra de largo pelaje que se pasea a sus anchas entre mesa y mesa.
Establecimiento: Mediano. Oscuro, en parte por lo tenue de la luz, en parte porque el local no ha debido de ver una reforma (salvo los baños) desde su apertura. En sus paredes botellas llenas de polvo, carteles y las barricas que contienen el vino. Mostrador de madera. Tiene algunas mesitas a la entrada.
.JPG)
Teléfono: 91 429 73 13
¡Encantador!
ResponderEliminar¿Verdad? Y lástima que no se pueda transmitir el olor por que es como visitar una bodega en Jerez...
EliminarFantástico! estuve hace un par de años y el recuerdo me quedó grabado. Fino y mojama!
ResponderEliminarTendré que probar la mojama en una próxima visita Gabriel.
EliminarMira, esta sí que la conozco, y la tengo explicada y archivada en mi sección Bares de Madrid. Es un histórico, lo de la tiza y lo de la gata es cierto. Tiene un ambiente muy andaluz en pleno centro madrileño. Es de tomar finos y conversar, ideal para sorprender a algún amigo buscando algo típico (el tema tapas mejor en otro sitio). Tiene mesas al fondo, en el altillo. El nombre hace referencia al cacharro con el que se saca el vino de la cuba y, a su vez, al acuerdo o avenencia en una transacción comercial (y su inmediato brindis).
ResponderEliminar¡Acabo de visitar tu entrada! Tienes razón, no es el mejor sitio para tapas pero sí para sorprender al visitante y al habitual.
EliminarPor cierto, hablando de tabernas andaluzas en Madrid ayer estuve en Sanlúcar, una maravilla aunque sólo sea de 2002 y allí sí pueden presumir de tapas.
Estuve a punto de ponerte el enlace, pero soy un perezoso informático. Una vez vi entrar a un famoso director de fotografía del cine español (acompañado de una señora estupenda, con perdón) y me dije: Deme, tú tienes que entrar allí un día. Realmente La Venencia es como estar en otro mundo, es un paréntesis romántico en el deambular de tapeos madrileños.
EliminarHombre, muy perezoso no te veo, con un blog constantemente actualizado es difícil creerlo :). Y sí, cruzar las puertas de La Venecia es entrar en otro mundo y en otra época.
EliminarAunque sin catar nada, el sitio me pareció fuera de este mundo: original y con compromiso de seguir así eternamente. Olía a lo que es: historia de muchos vinos, de muchas tomas, de muchas historias...
ResponderEliminarEs como la nueva serie El ministerio del tiempo, atraviesas la puerta y apareces en una taberna andaluza a principios del siglo XX.
EliminarAhí no llego, Alice. Tendré que verla. Pero sí, un túnel en el tiempo.
EliminarLamentable por su turismofobia.Odian al turista por el mero hecho de ser turista.No volveré jamás
ResponderEliminarLos dueños son algo especiales, no creo que odien al turista si no a todo el mundo, jajaja, es broma.
EliminarEste bar, fundado por Juanito Montero" el de La Venencia" era también llamado "La Embajada de Jerez" porque reunía a una gran cantidad de jerezanos que vivían allí.Alli contaban anecdotas, cantaban, bailaban y se ponían nostalgicos y melancólicos con sus catavinos jerezanos, rellenados hasta la mitad, de vino de jerez. Mi Abuelo Manuel, junto a otros personajes jerezanos, fueron asiduos del local.
ResponderEliminarGracias por la información, muy interesante
EliminarEn La Venencia se mantienen hoy en día dos principios que dicen que vienen de la época de la Guerra Civil. Uno era que no se admitían propinas por el principio socialista de que eran trabajadores que cobraban un salario y no propinas que "envilecen a quien las admite". El segundo proviene de que durante la contienda era un lugar de reunión de milicianos y soldados republicanos que venían del frente, y se suponía que entre la clientela habría algún espía franquista a la caza de cualquier información que se le pudiese "escapar" a alguno de aquellos soldados. Así que además de desconfiar de los desconocidos, se estableció la prohibición de fotografiar a los presentes en la taberna. También esta prohibición de hacer fotografías se mantiene hoy en día.
ResponderEliminarJuan Madrid en el cuento "Oídos Sordos" hace decir a un personaje que solía buscar a su padre: "Terminaba siempre en dos lugares, La Venencia y Los Gabrieles. Si no encontraba alli a mi padre, entonces es que habia muerto y lo habian llevado a enterrar."
Releo ahora este comentario y me encantan las dos anécdotas y también la mención a Juan Madrid y el personaje buscando a su padre...
EliminarMe ha encantado,me he sentido como en un tabanco de Jerez
ResponderEliminar¡Me alegro! ¡Es un imprescindible!
Eliminar